Hace 13 años | Por --112088-- a publico.es
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Aunque cueste creerlo, hace cerca de 30.000 años, las soleadas playas y llanuras de la megaurbe californiana eran un territorio congelado, hogar de mamuts, mastodontes, jaguares gigantes, fieros tigres dientes de sable e incluso una especie de camello pariente directo de las llamas suramericanas. Todos ellos murieron cuando terminó la última Edad de Hielo y sus restos descansaron bajo tierra hasta que, en 2006, a la mano del hombre se le ocurrió la brillante idea de construir un aparcamiento subterráneo en el centro de la ciudad angelina.