Publicado hace 13 años por ailian a notevayasestupida.blogspot.com

El adjetivo “impresentable” se ha puesto de moda hace ya un tiempo como forma insultante y despectiva. Tal persona dice o hace algo y no se convierte en un sinvergüenza, sino en un “impresentable”. La impresentabilidad se puede lograr en un instante: te agachas, se te raja el pantalón, y listo, eres un impresentable. O sea que al final no es gran cosa. Basta con pensar en su opuesto, la calidad de “presentable” de una persona. A nadie se le ocurriría decir algo como “no sabés mi primo qué tipo presentable que es”. No tendría el menor sentido.

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