Louis Pasteur ocupa un lugar único en las ciencias biológicas y médicas por la novedad y desarrollo de sus métodos, y por la trascendencia de sus descubrimientos. Y, aunque por formación no era biólogo ni médico, sino químico, su vocación, entusiasmo e inteligencia posibilitaron que una sola persona pudiera resolver, entre otros, los secretos de muchos fenómenos biológicos importantes.