A pesar de un infarto, tener paralizada parte del cuerpo y haber perdido un brazo en un accidente de tractor, José Moreno, de 68 años se encuentra en plena lucha contra aquellos que pretenden cercar caminos para añadirlos a sus propiedades particulares. José, que camina unas 7 horas diarias, se encontró un mal día con que el camino rural que frecuentaba había sido cortado por un propietario y que éste había plantado olivos en él. José decidió denunciarlo y ahora la justicia ha fallado a su favor. El camino volverá a ser abierto.
Comentarios
Y vergonzoso que esto no lo trate ningún medio de nuestro país (o al menos yo no lo he encontrado).
Aquí los chorizos están protegidos por los políticos...