Hace 13 años | Por Carme a elpais.com
Publicado hace 13 años por Carme a elpais.com

Anna Veiga cierra el círculo. Fue, en 1984, la madre científica de la primera niña probeta española. Un 'milagro' convertido en rutina que ha solucionado problemas de infertilidad y ha posibilitado nuevos modelos de familia. Ahora investiga con células madre. La inminente presidenta de la Sociedad Europea de Reproducción Humana celebra 30 años de carrera.

Comentarios

k

Me ha encantado el artículo, sobretodo la parte en la que dice que tiene muchas lagunas y que no e les cae los anillos a pedir que se la aclaren. Actitud que nunca he encontrado en la Universidad.

D

Bonita historia.
Aunque me resulta curioso como últimamente los medios (y el MICINN) se esfuerzan por hacer públicas las historias profesionales de científicos españoles, así como para hacer ver que en España se hace buena ciencia.

Pues oiga, sí, toda esa gente lo ha hecho genial, tienen una carrera envidiable, y han hecho lo que han querido.
Ahora sólo queda que los que estamos ahora entrado, también tengamos nuestra oportunidad de hacerlo, porque conozco a muchos compañeros doctores que se están planteando dejar la ciencia y dedicarse a otra cosa que les permita vivir.

Como curiosidad: mi director de tesis obtuvo la plaza de investigador fijo justo después de defender su tesis doctoral: estaba sólo en la oposición.
Hoy día, no hay ni contratos/becas de tiempo limitado (2-3-4 años) para los que terminamos el doctorado. No hablemos ya de las 375 plazas que tenía que convocar el CSIC para el 2011 que se han quedado en únicamente 34 para toda España.