Borges imaginó muchas veces la historia del hombre que lucha de noche para derribar el sistema que defiende de día; soñó un sultán que para conocer mejor a su pueblo recorre las calles de incógnito hasta que termina encabezando una rebelión contra los abusos que les infringe. ¿Qué pena merece un traidor? Para Estados Unidos depende. Pocos recuerdan ya el caso de John Walker Lindh, más conocido como el talibán americano; capturado en Afganistán en 2001 luchando junto a las tropas islamistas.
Comentarios
Leyendo el artículo me ha venido a la memoria otro relato de Borges, uno de mis favoritos. Es el que cuenta la historia de Tadeo Isidoro Cruz, que mata a un hombre en una reyerta, es apresado, condenado a servir en el ejército y, con el paso de los años, reconvertido en policía rural. Le ordenan que capture a un famoso gaucho perseguido por la ley, Martín Fierro. Le dan caza y le acorralan del mismo modo que a él le dieron caza y le acorralaron años atrás. Pero, en el momento en que Fierro está a punto de caer, Cruz se reconoce en él y cambia de bando, empezando a luchar al lado de Fierro y gritando que no va a permitir que maten a un hombre valiente.
Ojalá esto fuera un cuento de Borges y alguno de los poderosos se convirtiera en Tadeo Isidoro Cruz, pero me da que no. Algunos están (estamos) con Manning, pero ninguno de los que no lo están y que tienen su vida en sus manos va a cambiar de bando para impedir que maten a un hombre valiente.