Las elecciones pretenden cerrar una década de conflicto abierto con la guerra civil de 2002, cuyas consecuencias han supuesto un grave obstáculo a la hora de desarrollar la estructura logística necesaria para desarrollar los comicios, en particular en lo que se refiere a la elaboración del censo electoral, afectado por el conflicto entre nacionalidades que todavía pervive en el país africano.