Al monóxido de carbono se le ha apodado el "asesino silencioso" porque es difícil de detectar si no va acompañado de otras señales, y porque su inhalación excesiva es letal, ya que envenena al sistema nervioso y al corazón. Niveles bajos de este gas venenoso pueden tener un cierto efecto narcótico que mitiga en los habitantes de zonas urbanas congestionadas el nerviosismo inherente a situaciones típicas de la vida cotidiana en esa clase de entorno, como por ejemplo, el alto nivel de ruido.
Comentarios
No es que sea un "zombie" pero si que es cierto que cada vez que salgo de Madrid me encuentro más vivo.
Yo creo que es un problemón real que afecta a todos y especialmente a la gente con problemas crónicos de asma o similares. Mi tía por ejemplo es salir de Madrid y le desaparecen la mayoría de los males. Incluso esas alergias misteriosas que gente sanota padece por que si.
Los ciudadanos de las ciudades seremos adictos al monóxido de carbono sin saberlo.