(c&p) Los centros educativos públicos de la región tienen hasta octubre para reescribir sus reglamentos, de forma que se adecuen al decreto regional de convivencia escolar aprobado en abril .
Me parece una medida imprescindible, de hecho, en todos los centros donde he trabajado estaba contemplada en el documento de régimen interno del instituto.
El único tiempo libre que tienen desde que entran hasta que salen son los 25 minutos de recreo, en los que deberían aguantar sin MP3 ni móvil (dado que, entre otras cosas, tienen que aprovechar para ir al servicio y comerse el desayuno). Así que el perjuicio para ellos es mínimo.
Y el beneficio es máximo. Primero, si se permitiese el móvil en el centro, el 100% aproximadamente de los alumnos lo traerían. En un centro como el mío, eso supone unos mil y pico teléfonos (casi todos tienen móvil a partir de 12 años o menos). Cada día habría dos o tres robos, como mínimo (casos como este los he visto en persona), con lo que ya tenemos un problema liado. Además, un porcentaje de alumnos intentaría aprovechar para estar con los SMS e incluso llamadas mientras están en clase, que son alumnos que seguramente se van a distraer igual, pero si no tienen el móvil o el MP3 tienen menos posibilidades. Si los padres necesitan dar con ellos, tienen el número de la centralita del centro, donde avisan en Jefatura de Estudios, el Jefe de Estudios mira el horario del alumno y va a por él a clase. Y si él necesita llamar a los padres, en todos los centros hay un teléfono público, y si no tiene dinero puede llamar a costa del centro si es una urgencia.
Mientras están en clase no necesitan el reproductor multimedia ni el móvil para nada, y si lo trajeran lo único que causarían sería problemas.
Pero vamos, la mejor medida es predicar con el ejemplo. Yo siempre les digo que el día que me vean a mí entrar a clase con el móvil, o con el iPod, o masticando chicle, o con una gorra, que ellos lo pueden hacer también. Desgraciadamente, esto no es norma en la totalidad del profesorado, y alguno he visto yo que interrumpe la clase porque lo llaman al móvil y sale al pasillo a hablar...
Hostias, qué noticia más bien redactada.
Después de leerla entera he tenido que rebuscar en toda la página hasta darme cuenta de que estaba en "Tu ciudad >> Madrid" para saber de que región hablan en la noticia.
Supongo que la medida es proporcional al lío que hay en la ESO, si hay algún profesor de secundaria por ahí, que de una opinión de primera mano.
Comentarios
#1 Yo mismo.
Me parece una medida imprescindible, de hecho, en todos los centros donde he trabajado estaba contemplada en el documento de régimen interno del instituto.
El único tiempo libre que tienen desde que entran hasta que salen son los 25 minutos de recreo, en los que deberían aguantar sin MP3 ni móvil (dado que, entre otras cosas, tienen que aprovechar para ir al servicio y comerse el desayuno). Así que el perjuicio para ellos es mínimo.
Y el beneficio es máximo. Primero, si se permitiese el móvil en el centro, el 100% aproximadamente de los alumnos lo traerían. En un centro como el mío, eso supone unos mil y pico teléfonos (casi todos tienen móvil a partir de 12 años o menos). Cada día habría dos o tres robos, como mínimo (casos como este los he visto en persona), con lo que ya tenemos un problema liado. Además, un porcentaje de alumnos intentaría aprovechar para estar con los SMS e incluso llamadas mientras están en clase, que son alumnos que seguramente se van a distraer igual, pero si no tienen el móvil o el MP3 tienen menos posibilidades. Si los padres necesitan dar con ellos, tienen el número de la centralita del centro, donde avisan en Jefatura de Estudios, el Jefe de Estudios mira el horario del alumno y va a por él a clase. Y si él necesita llamar a los padres, en todos los centros hay un teléfono público, y si no tiene dinero puede llamar a costa del centro si es una urgencia.
Mientras están en clase no necesitan el reproductor multimedia ni el móvil para nada, y si lo trajeran lo único que causarían sería problemas.
Pero vamos, la mejor medida es predicar con el ejemplo. Yo siempre les digo que el día que me vean a mí entrar a clase con el móvil, o con el iPod, o masticando chicle, o con una gorra, que ellos lo pueden hacer también. Desgraciadamente, esto no es norma en la totalidad del profesorado, y alguno he visto yo que interrumpe la clase porque lo llaman al móvil y sale al pasillo a hablar...
Hostias, qué noticia más bien redactada.
Después de leerla entera he tenido que rebuscar en toda la página hasta darme cuenta de que estaba en "Tu ciudad >> Madrid" para saber de que región hablan en la noticia.
Supongo que la medida es proporcional al lío que hay en la ESO, si hay algún profesor de secundaria por ahí, que de una opinión de primera mano.