Publicado hace 13 años por Repiqueteo a blogs.lavozdegalicia.es

Hoy en día ya todos tenemos suficientes botoncitos en casa -internet, pcs, tablets, móviles, consolas…- y vamos a los museos a ver cosas diferentes a las que podemos contemplar en la pantalla de nuestros aparatitos caseros. Pero si al lado de los diferentes módulos de botoncitos y audiovisuales guays no hallamos el soporte de personas con conocimiento, bien preparadas previamente por sus jefes, y que nos resuelvan dudas algo más profundas que señalarnos la salida o los servicios, éstos perderán su potencial utilidad. De eso se trata.

Comentarios

thingoldedoriath

Cuanta razón tiene el artículo. Yo creo que los Cosmo Caixa y otros centros de este estilo, sobre todo los que hacen exposiciones itinerantes son los sucesores del circo pero sin riesgos ni payasos.

"Los “botones” no tienen empatía ni son capaces de transmitir emociones, por lo que los resultados, satisfacción, y percepción de las visitas serán infinitamente superiores cuando son atendidos por personas que pulsando un botón que no se sabe ni para que vale…".

Tan difícil es entender algo tan sencillo ?? Recuerdo que la última vez que visité el Museo Thyssen-Bornemisza, fue acompañando a un japonés (invitado por una empresa española de las importantes) que no se maneja bien en castellano. Entonces alquiló un aparatejo con unos auriculares que al pasarlo por delante del cuadro en cuestión, le ofrecía una descripción y breve explicación en japones o inglés...

El problema es que los japoneses suelen venir muy preparados (entre otras cosas porque siempre tienen poco tiempo) y resulta que lo que le contaba el aparatito, no coincidía con los apuntes que él traía debidamente encuadernados desde Japón... así que durante toda la comida tuve que explicarle algo que ya sabía: en España a veces las cosas se hacen a medias, se contratan servicios con empresas que no están debidamente preparadas para dar ese servicio y en este caso la documentación artística era muy deficiente y además enlatada.

Saudiña irman