Amparo Sánchez es empresaria. Nessrin E. Bensaid es abogada y periodista. Fátima Tahiri escribe su tesis. Gabriele Boos-Nizay es socióloga. Faeeza Vaid es directora ejecutiva de una ONG. Todas son musulmanas. Ninguna es sumisa. Y todas piden la igualdad con el hombre… y con las demás mujeres.
Siguen ciegamente una religión que exige el testimonio de dos mujeres para igualar el de un hombre.
El feminismo tiene el enemigo dentro.
«y llamad para que sirvan de testigos a dos de vuestros hombres; y si no encontráis dos hombres, entonces, un hombre y dos mujeres que os parezcan aceptables como testigos, de modo que si una yerra, la otra subsane su error» (Corán, 2: 282).
Comentarios
Como ser judío y nazi. Por poder...
#1 Como saber escribir y decir gilipolleces. Por poder...
Como ser gay y votar al PP...
Entonces no son musulmanas. Creerán en las cosas que les convengan y que no les afecten a su vida diaria.
Igual que los cristianos y demás religiones.
Siguen ciegamente una religión que exige el testimonio de dos mujeres para igualar el de un hombre.
El feminismo tiene el enemigo dentro.
«y llamad para que sirvan de testigos a dos de vuestros hombres; y si no encontráis dos hombres, entonces, un hombre y dos mujeres que os parezcan aceptables como testigos, de modo que si una yerra, la otra subsane su error» (Corán, 2: 282).
Por supuesto que ser feminista es siempre posible. El feminismo no se ve afectado por las contradicciones, así que ¿por qué no?
La cuadratura del círculo con regla y compás. Venga.