Ahora bien, ¿qué sucede cuando el depositante de tanto odio no es un inquilino descontento con el servicio obtenido en un hostal sino el propio hostelero, la persona que se suponía que debía ofrecerte una experiencia cómoda y agradable? Myla-reservas, sucede Myla-reservas, el nuevo héroe/heroína de esta era digital.
Comentarios
¿No ha salido esta mañana por aquí?
Sí, ya ha salido:
No sé quién es Myla, de reservas, pero no está para bromas
No sé quién es Myla, de reservas, pero no está par...
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Estos usuarios contestones están ya muy vistos, aunque a veces sueltan alguna gracieta.