La juventud es una generación sistémica. Demasiado grande para dejarla caer. Es como esos bancos que valen más que un país entero, y que nos dicen que sería peor dejar que quebrasen que el coste de rescatarlos. O sea, que los jóvenes son Bankia, pese a que no tienen 31.800 millones de euros en activos tóxicos del ladrillo (de hecho, no tienen ni casa) ni el Estado va a apoyarlos con 83.000 millones de euros –como se ha hecho con la entidad-, ni los va a nacionalizar como un sector estratégico en peligro.
Comentarios
A mi me parece muy chungo que se esté pagando con nuestros impuestos los sueldos de los políticos que nos están arrebatando el bienestar. Sueldos que se ponen y con los que pueden garantizar una educación privada y una sanidad de lujo a sus hijos y familiares.
Menuda tontería, la juventud es lo primero que cualquier nación está dispuesta a sacrificar, literalmente. Basta que suficientes lobbys se pongan de acuerdo para que los gobiernos y el resto de la población de dos países ( o uno sólo, en lo que españistán es experta) se pongan de acuerdo y lo pidan.