Publicado hace 12 años por guty83 a vacacionesenabisinia.blogspot.com

"Volvía de mis bosquejos, enfrascado en mis pensamientos, cuando, al abrir la puerta del estudio, me vi de pronto ante un cuadro de belleza indescriptible e incandescente. Perplejo, me detuve mirándolo. El cuadro carecía de todo tema, no descubría objeto alguno identificable y estaba totalmente compuesto de brillantes manchas de color. Una cosa se me hizo manifiesta: que la objetividad, la descripción de objetos no era necesaria en mis pinturas y, en realidad, las perjudicaba".