Las regulaciones del ejército prohiben a los soldados ser parte de grupos racistas, los reclutadores son instruidos para estar pendiente de tatuajes sospechosos. Antes de firmar, a los reclutas se les pide explicar cualquier tatuaje. En una oficina de Tampa por ejemplo Forrest Fogarty pudo realizar su inscripción sin problema. "Me dicen que escriba una explicación para cada tatuaje, puse cualquier cosa y fue todo", dice. Incluye enlaces a informes de Defensa y otras investigaciones. (traducción propia)