Los suscriptores acusaban a Netflix de violación de la ley de Protección de la Privacidad de Vídeo de 1988 por mantener los registros de vídeos e Internet que habían visto hasta al menos dos años después de que cancelaran el servicio, así como sus números de tarjeta de crédito.
Tenemos un serio problema con las empresas que no saben poner límites a su legítimo afán de lucro.
La noticia dice al final que hasta el 5 de diciembre no se conocerá la sentencia, así que lo mismo esos 7.3 millones es lo que pide la acusación. EuropaPress no quiere que la realidad le estropee un buen titular.
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Los suscriptores acusaban a Netflix de violación de la ley de Protección de la Privacidad de Vídeo de 1988 por mantener los registros de vídeos e Internet que habían visto hasta al menos dos años después de que cancelaran el servicio, así como sus números de tarjeta de crédito.
Tenemos un serio problema con las empresas que no saben poner límites a su legítimo afán de lucro.
La noticia dice al final que hasta el 5 de diciembre no se conocerá la sentencia, así que lo mismo esos 7.3 millones es lo que pide la acusación. EuropaPress no quiere que la realidad le estropee un buen titular.