Hace 13 años | Por vetusta a elpais.com
Publicado hace 13 años por vetusta a elpais.com

Junto a menores, ancianos, enfermos mentales y perfectos inocentes, Guantánamo encerró a yihadistas confesos, miembros de Al Qaeda y a una docena de los cerebros del 11-S. Hombres como el marroquí Ibrahim bin Shakra, convencido de tener su lugar en el cielo por haber matado a no creyentes, según decía a los guardias. O el saudí Maad al Qahtani, que viajó a las montañas afganas de Tora Bora porque así se lo pidió Osama bin Laden, al que llamaba "mi príncipe".

Comentarios

vetusta

Esto también es real, desgraciadamente