Entre la espada de un malvado y la pared de los fariseos. Así está Mariano Rajoy. Sufriendo con resignación estoica las calumnias de Luis Bárcenas y las acometidas oportunistas del ambicioso Rubalcaba, que desea arrebatarle la silla y ponerse de presidente. Pero Mariano resiste sin protestar y sin devolver las ofensas. Su rechazo del ojo por ojo y diente por diente le impide querellarse contra el mamoncete de Bárcenas y le obliga a adelantar la otra mejilla para recibir los guantazos del secretario socialista.
Comentarios
¡Vaya cabreo que parece que tenemos todos los españoles!.¿No le queda a nadie en este país el sentido del humor?.Yo, por si acaso queda alguien, he etiquetado la noticia en el apartado humorístico.