Publicado hace 12 años por --80001-- a historiasdelaciencia.com

Está claro que cuando un científico obtiene un Premio Nobel, automáticamente, salta a una esfera especial. Pero si encima es una persona sencilla, amable y solidaria con los demás, todavía sube más alto. Hoy os explico dos historias de dos señores: una de un Premio Nobel de verdad y otro que pudo serlo, pero que las circunstancias no le dejaron. Ambos, grandes hombres.