Lo cierto es que el Ágora sigue ampliando el abanico de eventos que acogen sus espigados muros. Del tenis a la moda, pasando por las acrobacias moteras, los conciertos de David Guetta y la Oreja de Van Gogh o una pista de hielo para Navidad. Ahora es también el envoltorio de una Nochevieja de 'etiqueta' y quién sabe si en futuro su condición multiusos lo convertirá en continente de bodas bautizos y comuniones.
Comentarios
Pues esperemos que no llueva porque encima tiene goteras
De alguna forma tienen que rentabilizar el mamotreto que les endosó el Calatrava.