Las sutilezas en The Economist se han combinado de tal manera en sus dos últimas ediciones que ha creado dos portadas diametralmente opuestas y que señalan claramente sus preferencias hasta rozar lo políticamente incorrecto. Estas son las 5 principales diferencias.
Comentarios
Bah! y aún así siguen siendo mucho más sutiles que la mayoría de medios españoles...
#0 Y que Romney está como viniendo, y Obama está como marchandose y ya ha apagado la luz de la habitación incluso.