La muerte y el rock. Se habrán escrito miles de cosas al respecto. Incluso puede que se hayan creado razas al uso. Pero no deja indiferente a nadie el hecho de que alguien famoso decida pirarse por la brava, en algunos casos de manera traumática y/o grotesca. Todos conocemos el destino de Hendrix, de Sid Vicious y de de Kurt Kobain, pero algunos desconocen otros destinos igual de trágicos, pero menos sonados. Ahí van algunos.