Su aspecto es imponente. Más de doscientos metros de adosado distribuidos en tres plantas. Alguna familia debió ser feliz entre sus muros. Pero algo cambió. Una llamada al 112 ya mostraba algo extraño: «Nos hemos intoxicado con una estufa de carbón». ¿Carbón en un adosado en pleno corazón de Parquesol? «Tenía que darles un techo». Kirilos y su familia se metieron en una vivienda propiedad de un banco, hoy dormirán al calor de una estufa de butano, que ayer mismo les regaló Cáritas, poco despues de recibir una citación para acudir al juzgado.
Comentarios
"Su aspecto y sus modales dejan bien claro que no se trata de okupas al uso",le ha faltado decir: ...que son por lo general unos guarros y maleducados yonkis.
#1 Porque mal que nos pese tiende a ser cierto. Esto sólo refleja el tipo de sociedad que estamos creando: despiadada, egoísta e indolente. He de reconcer que se me han saltado las lágrimas. Yo en su situación hubiera hecho exactamente lo mismo le pese a quien le pese. No soy yo quien va a juzgar a alguien que lo único que hace es velar por sus intereses exactamente igual que el resto del mundo.
Yo en esa situación hubiese hecho lo mismo. ¿Que haces si por culpa de la crisis te quedas sin nada? Con la cantidad de viviendas que hay por ahí deshabitadas, incluso pueblos enteros donde las casas apenas se mantienen en pie, y ya no son de nadie...
En lugar de construir y construir, se podría invertir algo en todos esos pueblos abandonados, o que lo están casi, y aquellas viviendas en las que se pueda vivir ofrecerlas a la gente, que para algo están. [Ya que hay muchas que no tienen ningún dueño]