Hace 12 años | Por disconubes a quefuede.blogia.com
Publicado hace 12 años por disconubes a quefuede.blogia.com

Todo el estadio emitió un largo suspiro cuando vieron entrar a Andersen-Schiess, tambaleándose, la gorra ladeada, con los brazos colgando, como muertos, víctima de un esfuerzo sobrehumano. Nada más llegar, los médicos de la carrera se acercaron a ella, pero la atleta rechazó su ayuda. Si la tocaban, sería descalificada. Los médicos aceptaron dejarla seguir porque se fijaron en que todavía sudaba, es decir, que todavía su cuerpo tenía reservas.

Comentarios

disconubes

Vídeo, a partir del minuto 2.00

, entra en meta en el 3:29.

hamahiru

Joer, lo ví en el 84 y eso se te graba para siempre.