Si el rigor del gasto y la austeridad es recomendable en cualquier situación, en estos momentos de crisis se hace imprescindible la optimización de los gastos. Las empresas acuden con frecuencia al recorte de plantillas, EREs, reestructuración; entendemos, no obstante, que existen otras medidas que podrían ser más rentables, desde el punto de vista del gasto y la superviviencia de la empresa.