«Tengo 22 años y vivía feliz con mi familia. El maldito asesino no me dejó llegar a mi casa. Maldita justicia que está pactando para desimputarle. Malditos seáis». A la familia de Sheila Barrero, la joven asesinada en el área recreativa de La Collada (Degaña), el 25 de enero de 2004, cuyo caso está aún sin resolver, se le ha acabado la paciencia.Sus padres, Elías Barrero y Julia Fernández, se encadenaron a primera hora de la mañana de ayer a las puertas del Juzgado.
Comentarios
¿Hasta cuando va a seguir existiendo este desfase entre la forma de aplicar la justicia a los "importantes" y a los ciudadanos de a pie?
La verdad es que tp creo que valga de mucho encadenarse a ningun sitio...