Hace 10 años | Por uhandrea a zientziakultura.com
Publicado hace 10 años por uhandrea a zientziakultura.com

A pesar de que se desconozca aún el origen último de la enfermedad de Alzheimer, uno de sus signos evidentes es la acumulación de ciertas proteínas (beta-amiloide y tau) en el cerebro. Pero cada vez hay más pruebas de que la hormona insulina también juega un papel importante. Entre estas pruebas está la asociación en ambas direcciones entre la diabetes tipo 2 (DT2) y la enfermedad de Alzheimer (EdA), y el aumento de riesgo de padecer EdA a los tres años de que se diagnostique resistencia a la insulina.

Comentarios

ernie_aka

Hasta donde yo sé, hay cierta evidencia de que un déficit en el metabolismo de la glucosa en el cerebro disminuye la Acetil-CoA, necesaria para formar la acetilcolina, una de las principales afectadas por el deterioro cognitivo asociado a la edad, y particularmente en la enfermedad de Alzheimer.

Desde hace tiempo se baraja la hipótesis de la EA como una diabetes tipo-III, y parece que cada vez más el cerco se estrecha sobre esta posibilidad, dada la relación que parece tener la degeneración de las funciones mentales con estos procesos de homeostasis energética. La verdad es que como hipótesis es una línea a tener muy en cuenta y creo que puede llevar a resultados muy, muy prometedores (como ya están obteniendo ciertos fármacos antidiabéticos en pacientes con deterioro cognitivo asociado a la edad).