La comunidad musulmana en Francia tiene entre cinco y seis millones de fieles. Y sus tradicionales oraciones de los viernes ahora tienen lugar en una veintena de espacios públicos en toda Francia. Los miembros de la segunda religión de Francia tienen que rezar en las calles por la falta de mezquitas en el país. Y aunque estas oraciones al aire libre están permitidas por las autoridades francesas, han sido fuente de controversia recientemente.
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Ahora ves tú a un país musulman e intenta ponerte en la calle a rezarle al FSM y ya verás que risas.