Cuando se cometen errores, hay que rectificar. Y el plan anunciado a bombo y platillo el pasado fin de semana es un error. Se puede renegociar de modo que cueste menos a Europa y sirva para más. La clave de la renegociación es que España acepte condicionalidad clara y expresa, algo que en un momento de credibilidad nula del gobierno puede ayudar un poco a recuperar credibilidad, a cambio de que los europeos decidan aportar capital directamente a los bancos, y no a través del estado. Antes de llegar a esto, veamos las opciones que existen...
Comentarios
¡Y Garicano cogió su fusil!
Ya en serio, no nos quedan soluciones fáciles. Aún peor, nuestras instituciones, del gobierno para abajo, están completamente corruptas y desprestigiadas.
La de España va a ser la bancarrota soberana más evitable de todas. Como escribe un comentarista, hemos vuelto a perder el tren de la historia, hipotecándonos y mirándonos el ombligo en vez de labrarnos un futuro.