Hace 12 años | Por --256178-- a cronica.cat
Publicado hace 12 años por --256178-- a cronica.cat

Nuestro Presidente, Artur Mas, declaró en varias ocasiones durante su campaña electoral que compondría "el Gobierno de los mejores". Con mucho pesar le decimos abiertamente que, a un año en sus funciones, el consejero Josep Maria Pelegrí no es el mejor para tratar la protección de los animales en su cartera, un tema que en Cataluña no es menor, y que estamos seguros que existen personas que serán más eficientes y representativos del sentimiento popular en esta materia. - Sigue traducción en #1

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En los últimos meses he tenido la suerte de participar en decenas de foros, entrevistas, debates, congresos y ponencias en Universidades, medios de comunicación y cabildos democráticos de todo tipos, tanto por Latinoamérica cómo por el resto de España, siendo invitado para explicar el proceso de la abolición de las corrides de toros; en todas ellas pude expresar con muchísimo orgullo que en esta sociedad catalana que ha adoptado es más lógica y coherente la abolición de un espectáculo cruel que la continuidad de éste, más todavía si tenemos en cuenta que su código civil diferencia los animales de las cosas, que más del 50% de los catalanes y catalanas vive en una ciudad donde ya no se permite el uso de animales en circos, sin olvidar que es la única autonomía que prohíbe la matanza de animales en perreras, entre otras medidas que tienden a otorgar bienestar o derechos a estos seres con los que compartimos el planeta. Pero como todo prestigio, este supone unas obligaciones, y entre ellas hay la de cumplir la Ley.

La campaña que ha lanzado hoy la asociación animalista LIBERA! se llama Mercados Éticos, y me cuesta pensar que haya una sola persona que esté en sus caudales mentales, emocionales y morales que no se traiga las manos a la cabeza después de ver las imágenes de cómo se tratan los animales que, de forma absolutamente ilegal, se encuentran en venta en diferentes mercados en todo Cataluña: hacinamiento, muertos por asfixia, aplastamiento, hambre, siete, golpes de calor, desplumar vivos a pájaros, entre otras atrocidades. Esta asociación, que participó en la plataforma Ramblas Étiques, campaña que acabó finalmente con un proceso de reconversión de las paradas de pajarerías en las Ramblas de Barcelona después de demostrar el altísimo nivel de mortandad de los animales en las jaulas, pide que igual que sucedió en Barcelona se cumpla la Ley y no se permita la exhibición y venta de animales a la calle. Recordamos que los niveles de abandono después de estas compras son muy altos, y que además del sufrimiento que esto supone a los animales, también se acaba empleando el dinero público para recoger y albergar una buena parte de estos seres, situación por la cual muchos alcaldes empiezan a protestar con cierta razón, aunque no traigan la razón en las medidas que proponen para paliar esta situación tan crítica.

Y nuestro consejero, lejos de poner un freno a esta situación, pretende colarnos un decreto que permitiría vender pequeños animales sin ni siquiera pedir un mínimo permiso ni generar un aviso a la administración, de forma que la horrorosa y dantesca situación de estos animales, lejos de acabar, se multiplicaría de forma exponencial.

Ya en su primera entrevista al diario La Vanguardia del 24 de diciembre de el año pasado, el flamante consejero declaraba "no me gustan los animales", afirmaciones que presagiaban el desastre. A partir de aquí lo hemos visto posar con armas de fuego en varias ferias de caza, le hemos visto actuar aumentando las temporadas de caza o proponiendo la matanza de jabalíes con arco y flecha, idea medieval de la cual, dada la presión social, tuvo que dar marcha atrás.

No soy un experto en economía, ni en políticas sociales, ni en urbanismo, sólo puedo alegar ciertos conocimientos en el área de protección animal, y desde este conocimiento afirmo que si el mismo criterio que se utilizó para elegir "el mejor" en la protección de los animales también se aplicó para escoger los cargos de otras áreas de actuación como las mencionadas, evidentemente este no es ni será el Gobierno de los mejores, sino que estas intenciones nacieron y murieron en el campo de la retórica proselitista.