Hace 13 años | Por gallir a paperpapers.net
Publicado hace 13 años por gallir a paperpapers.net

[...]Así que escuchamos a unos y a otros (“él ha dicho, aquel ha dicho, el otro ha dicho”), recogemos las circunstancias (“ayer”, “en esta ciudad”, “llovía”), y transcribimos todo eso más o menos ordenadamente y que la gente se las arregle como pueda. Ya está. Peor aún, muchas veces la falta de hechos correctos (comprobados y verificados) se sustituye con interpretación, de modo que se contrabandea la actualidad para que el público entienda lo que quiere uno, el jefe, el dueño, el amigo o el que mejor paga[...]

Comentarios

calvo

Excelente artículo.