A Mitt Romney le persigue la historia de su perro Seamus: un setter irlandés al que obligó a viajar durante 12 horas dentro de una caseta y atado a la baca de su ranchera. La anécdota data de 1983. Pero la ciudadanía sólo la conoció cuando el 'Boston Globe' la desveló en junio de 2007 y ha resurgido a rebufo de la carrera de Romney hacia la Casa Blanca.
No voy a opinar sobre el viaje del tal Seamus en concreto, porque creo que faltan datos para opinar, pero quiero aportar esto: a todos los entendidos y profesionales del adiestramiento de perros que les he preguntado, les parece que la forma más segura de viajar para el perro y para los acompañantes es en una caja de tamaño suficiente para que el perro pueda ir tumbado, normalmente en el maletero para que vaya bien sujeta. Si os pasáis por un club canino, veréis que es como viajan todos los perros, y además felices y tranquilos.
Comentarios
No voy a opinar sobre el viaje del tal Seamus en concreto, porque creo que faltan datos para opinar, pero quiero aportar esto: a todos los entendidos y profesionales del adiestramiento de perros que les he preguntado, les parece que la forma más segura de viajar para el perro y para los acompañantes es en una caja de tamaño suficiente para que el perro pueda ir tumbado, normalmente en el maletero para que vaya bien sujeta. Si os pasáis por un club canino, veréis que es como viajan todos los perros, y además felices y tranquilos.
#1 Ya, pero creo que lo que le recriminan es que pusiera la caja en la baca del coche.