La peste, según el autor árabe Ibn al-Wardi, pudo tener origen en el «País de la Oscuridad», el kanato de la Horda de Oro, en territorio del actual Uzbekistán. Desde los puertos a las zonas interiores, la terrible plaga procedente de Asia se extendió por toda Europa en poco tiempo, ayudada por las pésimas condiciones higiénicas, la mala alimentación y los elementales conocimientos médicos.
En el Canal Historia había un documental bastante interesante sobre la Peste Negra* (antes de que su programación se redujera a nazis y alienígenas). Aquí va el tocho:
La teoría más aceptada todavía hoy afirma que fueron las pulgas, a lomos de la rata negra, las que sembraron de cadáveres el Viejo Continente, en oleadas sucesivas entre los siglos XIV y XVII. La epidemia se extendió hasta los confines de Europa en sólo tres años, desde que desembarcara por vez primera en las costas de Crimea, en el otoño de 1347. El período de incubación de la enfermedad constaba de 37 días, lo que permitía su propagación entre ciudades que distaban varias jornadas de camino, lo que permitió una pandemia global en un mundo donde la mayor parte de las vías de comunicación interiores se reducía a senderos transitables a paso de carreta. En Venecia decidieron confinar a todos los apestados en la isla de San Michele, con la promesa de volver al cabo de cuarenta días a ver si seguían vivos (por cierto, de aquí viene la expresión "poner en cuarentena").
El caso es que un tal profesor Graham Twigg sospecha de las explicaciones habituales, y afirma que el fisiólogo francés Alexandre Yersin anduvo poco fino al identificar el agente infeccioso de la peste bubónica (que él mismo había observado en enfermos de Asia durante el s. XIX) con el de la letal Peste Negra del siglo XIV. Se calcula que más de un tercio de la población europea sucumbió ante aquella terrible pandemia, lo que ocasionó un impacto demográfico sin precedentes, que tendría graves repercusiones sociales en las décadas posteriores.
Si lo pensamos, la mayoría de nosotros desciende de aquellos afortunados supervivientes.
Comentarios
Magnifico articulo. Da miedo pensar que aqui murio el 60% de la poblacion.
En el Canal Historia había un documental bastante interesante sobre la Peste Negra* (antes de que su programación se redujera a nazis y alienígenas). Aquí va el tocho:
La teoría más aceptada todavía hoy afirma que fueron las pulgas, a lomos de la rata negra, las que sembraron de cadáveres el Viejo Continente, en oleadas sucesivas entre los siglos XIV y XVII. La epidemia se extendió hasta los confines de Europa en sólo tres años, desde que desembarcara por vez primera en las costas de Crimea, en el otoño de 1347. El período de incubación de la enfermedad constaba de 37 días, lo que permitía su propagación entre ciudades que distaban varias jornadas de camino, lo que permitió una pandemia global en un mundo donde la mayor parte de las vías de comunicación interiores se reducía a senderos transitables a paso de carreta. En Venecia decidieron confinar a todos los apestados en la isla de San Michele, con la promesa de volver al cabo de cuarenta días a ver si seguían vivos (por cierto, de aquí viene la expresión "poner en cuarentena").
El caso es que un tal profesor Graham Twigg sospecha de las explicaciones habituales, y afirma que el fisiólogo francés Alexandre Yersin anduvo poco fino al identificar el agente infeccioso de la peste bubónica (que él mismo había observado en enfermos de Asia durante el s. XIX) con el de la letal Peste Negra del siglo XIV. Se calcula que más de un tercio de la población europea sucumbió ante aquella terrible pandemia, lo que ocasionó un impacto demográfico sin precedentes, que tendría graves repercusiones sociales en las décadas posteriores.
Si lo pensamos, la mayoría de nosotros desciende de aquellos afortunados supervivientes.
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