Ante estos gravísimos hechos acontecidos en Libia, que constituyen una flagrante violación de los derechos humanos y de las más elementales reglas de la convivencia, el Gobierno español -que siempre se ha postulado como valedor de una política euromediterránea de cooperación y desarrollo- no puede permanecer pasivo. Por ello, los abajo firmantes exigimos que el Gobierno español adopte a la máxima brevedad medidas contundentes de rechazo y de presión sobre el régimen libio.