Adolfo Llonero (Roma. Berlusconilandia). Una marea humana recorre la ciudad eterna. Su objetivo: El Vaticano donde, esperan, que el Santo Padre les reciba y escuche de sus labios las alabanzas y loas que estos miles de devotos creyentes vierten sobre James Gintonic, creador del famoso coctel que lleva su nombre.
Comentarios
A estos se les va un poco...
Si ya fue Reina Madre de Inglaterra