«Sospechosos existen y muchos, pero sin pruebas no hay nada», explica el fiscal de incendios. Los fuegos intencionados cuestan a los valencianos 185 millones en un lustro. Sin embargo, sólo hay un pirómano entre rejas. La Fiscalía investiga a varios ediles por permitir fiestas con petardos junto al monte. Movilizar el equipo mínimo de extinción de incendios forestales cuesta 3.000 euros.
Comentarios
La piromanía (como su propio nombre indica) es una patología. Se refieren a inciendarios.
Es como si dijéramos que todos los homicidas son psicópatas.
Pero da igual. Es la enésima vez que lo escribo.