La esclavitud nunca ha sido abolida. Adopta formas distintas según las circunstancias. El Vaticano II decidió reformar el padrenuestro. La palabra deuda fue sustituida por ofensa. En adelante había que decir: perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y es que con el dinero no se juega ni se admiten metáforas. […] los banqueros pueden dormir tranquilos, puesto que la Iglesia, frente al Evangelio, se ha puesto de parte de la cuenta de resultados.
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Se abre convocatoria para cubrir una plaza de espartaco. Interesados, llamar al teléfono que aparece en pantalla.