Hoy en día los hay de todos los colores, pero cuando su inventor, Art Fry, los creó no hizo ningún estudio de cual tenía que ser el color de esas hojitas que había creado. Eligió el amarillo porque le gustaba el color y no tenía tintes masculinos ni femeninos, según ha confesado en múltiples entrevistas.
Comentarios
¡Es un color ambiguo!
Pues eso de la neutralidad mola.