Hace 13 años | Por prometeo79 a elmundo.es
Publicado hace 13 años por prometeo79 a elmundo.es

Una joven de la ciudad de Nagoya, Marie Akiyama, nos contó que justo antes de partir rumbo a España, la universidad donde estudian realizó una prueba de los sistemas de alarma de seísmos del campus universitario. Al principio pensaba que se trataba de una alarma de verdad, pero cuando se percató de que el suelo no se movía, entendió que se trataba de una prueba. En Japón, los lugares públicos están obligados a tener un sistema de altavoces con sirenas de alarma y mensajes de precaución y a verificar su funcionamiento con regularidad.