Hace 15 años | Por Jap007 a lasprovincias.es
Publicado hace 15 años por Jap007 a lasprovincias.es

Los bomberos de Valencia evitan cada año que una veintena personas se quiten la vida y detectan un incremento de casos por la crisis económica. Antes eran personas mayores, viudos o enfermos terminales. Ahora el perfil de quienes intentan acabar con sus vidas en Valencia ha cambiado. «Nos encontramos con muchos jóvenes, casados, solteros, esquizofrénicos o gente con problemas de desamor». Así lo percibe uno de los bomberos de la ciudad con experiencia en una labor complicada y poco conocida: hacer desistir a un suicida en su hora más amarga.