Publicado hace 11 años por --100624-- a blogs.lainformacion.com

Era un domingo de octubre de 1997. Pilar Miró fallecía en su domicilio madrileño a los 57 años. A su lado estaba su hijo, Gonzalo. 15 años después nuestro cine y nuestra televisión han evolucionado, pero nunca se han olvidado de su ruda sensibilidad. Y es que Pilar, haciendo honor a su nombre, fue un pilar clave en la cultura cinematográfica y televisiva del Siglo XX: la cultura que arriesgaba, daba triples saltos mortales sin red, no se quedaba en lo preconcebido y también se equivocaba.