Y es que, aunque esta ley reconoce por fin el trabajo de las radios comunitarias, se ha realizado a partir de las demandas de los medios de comunicación comerciales, que veían en estas radios libres un fuerte oponente que les quitaba audiencia, y sin contar con la opinión de las comunitarias, como ya manifestó a principios de este año Mariano Sánchez, miembro de la Red Estatal de Medios Comunitarios y presidente para Europa de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC).
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La expresión de la libertad reducida a vicio privado a extinguir.