Como ocurre en muchas ciudades del mundo, la mayoría de los habitantes de Tokio prefiere mantener en el anonimato sus deseos, necesidades y debilidades. Hay citadinos que pueden querer desesperadamente el consejo de una persona mayor y más sabia, pero no quieren recurrir al compañero de trabajo o al tío que recuerda las lágrimas derramadas por un camioncito de juguete. Alguien conocido podría juzgarlos.
Comentarios
Alquílalo verde, que ya madurará.
Espero que tenga el ticket del de Venezuela.