Tras dos días de tensa calma en el campo de refugiados Naher al-Bared, situado en el norte del país, los combates entre el grupo extremista Fatah al-Islam, vinculado a la red terrorista Al-Qaeda, y el ejército libanés se reanudaron anoche, y fuentes militares señalaron que el ingreso de las tropas en el campamento es inminente. Fatah al-Islam, creado en noviembre de 2006, cuenta con unos 150 combatientes y, según las autoridades libaneses, responde al servicio de inteligencia sirio, que busca desestabilizar al país.
Comentarios
Estos pequeños "conflictos" son los que marcarán el comienzo del fin, y si no, tiempo al tiempo.