Hace 13 años | Por nacco a abc.es
Publicado hace 13 años por nacco a abc.es

El Reino Unido quiere anticiparse a Francia y Canadá, que también han anunciado su deseo de medir el índice de felicidad de sus ciudadanos, agregando a sus servicios estadísticos trimestrales preguntas como ¿está satisfecho con su vida? ¿cómo de feliz fue ayer? ¿le encuentra sentido a su vida?. De generalizarse la estadística, ello permitiría elaborar un mapa global sobre el grado de felicidad en el mundo.

Comentarios

Itilvte

Es un tema interesante.

En realidad lo único que se puede es medir la propia percepción de la felicidad.

Es un hecho conocido que cuanto más se piensa y se analiza más infeliz uno percibe que es. Éste fenómeno depende sólo de la importancia absoluta que le solemos dar a nuestros propios pensamientos, en vez de simplemente darles una importancia relativa.

En cualquier caso siempre es bueno que se vaya tomando conciencia de estos temas a un nivel popular. Roma no se hace en un día.

nacco

#1 que razón tienes la felicidad y la inteligencia son como dos hermanos peleados que se aproximan para reconciliarse pero que en cuanto intercambian dos palabras se distancian aún más, hasta el próximo intento

Itilvte

#2 A mi modo de ver, la verdadera inteligencia -si podemos llamarla así- es la que nos permite darnos cuenta de este tipo de mecanismos y a partir de ese momento no volver a caer en estas trampas mentales.

Realmente es la diferencia entre que la mente sea tu esclava o tu amo. Demasiado a menudo esa relación está invertida, y vivimos como esclavos de nuestra mente sin darnos cuenta. Identificamos pensar con ser inteligentes, como si la inteligencia fuese una cualidad del pensamiento y no al revés. El pensamiento puede ser usado con inteligencia o puede ser expresión de todo tipo de estupideces.

Todos conocemos ejemplos de esto que digo ¿no es cierto? Personas que tienen muy desarrollada la capacidad de pensar y no es óbice para que se comporten como gilipollas en ocasiones, y no precisamente por pensar poco. Esto es mucho más fácil verlo en los demás, pero la fiesta empieza de verdad cuando uno es capaz de ver esos mismos ejemplos en sí mismo.

En verdad es un tema apasionante.