Hace 11 años | Por LittleBobby a huffingtonpost.es
Publicado hace 11 años por LittleBobby a huffingtonpost.es

Aquel peculiar crustáceo, ataviado con bufanda y sombrero, que le estaba atendiendo, no tenía pelo, pero sí unas pronunciadas patillas negras. Se llamaba Rodolfo Langostino y era el encargado del depósito de cadáveres.