Publicado hace 13 años por Rompe-y-RaSGAE a historiadeiberiavieja.com

Tras dieciséis siglos durmiendo un sueño que parecía eterno, los restos de las ciudades romanas de Herculano, Pompeya y Estabia comenzaron a salir de su letargo gracias a la labor de un ingeniero militar español que, destinado en Nápoles, protagonizó uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de todos los tiempos. Nuestro protagonista, escasamente conocido y reconocido a pesar de la relevancia y trascendencia de su trabajo, se llamaba Roque Joaquín de Alcubierre. Nacido a mediados de agosto de 1702 en Zaragoza...