(...) La realidad tiene algún que otro matiz. El verdaderamente español en toda esta historia no es Salva, sino Abel. O es español, si se quiere, 2.0. Español, buen español, de la Marca España. Abel había elegido trabajar con Salva, entendemos, por sus cualidades y talento deportivo, pero cuando el paganini ha dicho que no lo aceptan por sus ideas, sin problema ninguno, le ha dejado fuera. Eso es un buen español de hoy. Gracias a ellos nuestro país goza aún de competitividad. Como diría Rajoy: hacen lo que hay que hacer.
Comentarios
Qué manía con confundir la españolidad con el españolismo... Hasta tal punto se nos ha inculcado el nacionalismo obligatorio, el nacionalismo español, que para algunos parece que es inherente a ser español. Este es el pensamiento único: si eres español tienes que ser nacionalista español y si no eres un tarado o un retrasado mental. Es más, el nacionalismo español no existe, nacionalismos son los malos, el catalán, el vasco, etcétera, si haces o dices determinadas cosas blandiendo la ikurriña es nacionalista vasco pero si haces lo mismo blandiendo la rojigualda simplemente eres una persona normal, un español.