Publicado hace 11 años por Bender_Rodriguez a laaventuradelahistoria.es

En las tempranas horas del día 3 de abril de 1888, en una de las tortuosas callejuelas del miserable barrio londinense de Whitechapel, la prostituta Emma Elizabeth Smith, de 45 años de edad, sufrió el brutal ataque considerado como el bautismo de sangre de Jack el Destripador. Aunque, con su último aliento, la infortunada víctima pudo denunciar a sus verdugos -fueron unos proxenetas quienes, en la calle Osborn, le provocaron las fatales heridas que le causaron la muerte-, el crimen se atribuyó al escurridizo asesino.

Comentarios

D

siempre me ha fascinado este tema

y el hombre este solo mato a cuatro.