Un consumidor llevó su vehículo al taller para revisar el motor y sustituyeron la correa de distribución y elementos tensores. Sin embargo, el vehículo sufrió una avería que el consumidor imputaba a la defectuosa intervención de los profesionales y que le supuso un gasto de casi 1.500 euros con otros mecánicos. Demandó al primer taller, pero el juez desestimó su demanda por considerar que la acción estaba caducada por el transcurso del plazo de garantía de la reparación. El cliente apeló y la justicia le dio la razón.
Comentarios
Impresionante. Me he quedado sin palabras.
3000€ he pagado yo a un concesionario Renault por una reparación y me toca mandar el coche a la chatarra. Después de presentar reclamación en consumo, el pavo del taller contesta a dicha reclamación con una sarta de mentiras todas ellas perfectamente ideadas para pasarse la reclamación por el forro de los cojones. Además en su respuesta me invita a llevarle por vía judicial si estimo oportuno (que lo estimo). Al acabar el tema de la reclamación cuando voy a sacar el coche me sopla 580€ por tener el coche en su taller. Es para cagarse en... no sé qué. Total: 3580€ menos, un Renault Laguna para chatarra, una sensación de que te han timado y una mala ostia del copón.